Un producto es cualquier cosa que se puede ofrecer a un mercado para satisfacer un deseo o una necesidad. El producto es parte de la mezcla de marketing de la empresa, junto al precio, distribución y promoción, lo que conforman las 4 "Ps".
Los productos, tal como los conocemos hoy en día se pueden clasificar siguiendo infinitos criterios.Uno de ellos y, quizá el mas importante es según sus propiedades. Según este criterio, los productos pueden ser:
Producto de atracción o imán:
Antes de empezar a colocar los productos en su sitio, hay que identificar los productos de atracción, con el fin de combinarlos con productos de márgenes altos para conseguir la rentabilidad deseada. Este producto es uno de aquellos que no debe faltar nunca en el establecimiento, ya que es uno de los puntos fuertes del mismo y con él se realizan muchas ventas. Estos productos se suelen colocar en los denominados "lugares fríos" para atraer a la gente que compre en el establecimiento a esos lugares. Las zonas frías del establecimiento son aquellas a las que el cliente no suele acudir a menos que necesite algo específico que este allí colocado. Suelen ser marcas bastante conocidas, ya que como su propio nombre indica tiene el efecto imán. También ayuda bastante el diseño que tengan, es decir diseños curiosos o llamativos, llaman más la atención que un diseño normal, o ya no el diseño sino los colores con los que está fabricado, el tamaño, etc.
Producto dinámico:
Los productos dinámicos son aquellos productos los cuales compras simplemente por compra habitual. En estos productos, el precio no es muy determinante a la hora de comprarlos, ya que son bienes que utilizamos habitualmente y podemos llegar a afirmar que son necesarios en nuestra "lista". Suelen ser productos nuevos o que tienen alguna innovación, por ello la gente no para de comprarlos, ya que siempre traen algo distinto al anterior.
Producto genérico:
Principalmente estos productos son sustitutivos de otros, generalmente más caros. El ejemplo más claro de este tipo de productos son las marcas blancas: Satisfacen la misma necesidad que cualquier otra marca y son más baratos, aunque lógicamente la calidad o suele ser la misma, ya que generalmente hay una relación entre precio y calidad, aún así esto no es siempre cierto. Hay muchas personas que prefieren productos genéricos antes que otros de una marca conocida.